Origen de los Terciarios Carmelitas

 

En diferentes lugares de Europa fueron fundados los Hnos. Terciarios Carmelitas para dedicarse a la asistencia de las personas necesitadas y marginadas de su tiempo. Tenemos dos fundaciones muy parecidas, los hermanos Terciarios del Beato Francisco Palau y los Hermanos Terciarios de Dublín. Ambas Instituciones tienen mucho en común, los fueron impregnadas con el estilo del Carmelo. y las dos se dedicaron a la asistencia; a los enfermos, los ancianos, los marginados y necesitados., también a la educación.

 

Terciarios Carmelitas de Dublín

En el 1790, mucho antes de la emancipación católica, un grupo de la Orden seglar de los Carmelitas, concretamente de mercaderes y comerciantes, que vivían junto a la Iglesia del Carmen, empezaron a fraguar sobre la idea de mejorar o ayudar a los niños pobres, ante la carencia de escuelas para ellos. Cada miembro del grupo tenía su negocio, y sintieron el deseo de enseñar su oficio a los pobres muchachos, con ese deseo se dedicaron por entero a su prójimo, y de hay surgió los hermanos (Terciarios) Carmelitas. Que formaron un grupo de religiosos legos. La primera casa que fundaron en Dublín fue en Clodalkin inaugurada 1813. Dedicada a las personas sin techo. Y otra, un asilo para los ciegos en los suburbios de Drumcondra, inaugurada en el año 1881. Otras de sus actividades era la dedicación a los enfermos en sus propios domicilios. Por varias razones fueron cerrando algunas casas. Bien por problemas financieros, o falta de vocaciones. En el 1930, sólo había unos 20 hermanos y las dos casas pioneras, Clodalkin y Drumcondra. Y posteriormente el nuevo arzobispo de Dublín (1942) no estaba satisfecho de cómo funcionaba la casa de Drumcondra. En otra visita en 1947, emitió una sugerencia a los Hermanos para que se unifiquen a otros Institutos de Caridad. Aunque en principio fue rechazada por los Hermanos. En el Capitulo General celebrado año 1955 decidieron llegar a un acuerdo, para integrase en el Instituto Romano de la Caridad, quienes se encargaron del Asilo de los invidentes que existe en Clodalkin. En la actualidad (1995) solo quedan un pequeño grupo de hermanos mayores frente al cual esta el Hno. Patrix.

 

Carmelitas del Beato P. Francisco Palau y Quer

El P. Palau dio vida a dos Congregaciones religiosas, una de Hermanos Terciarios Carmelitas, y una Congregación femenina, hoy dividida en dos ramas muy vivas, las Carmelitas Misioneras Teresianas y las Carmelitas Misioneras.

 

Lo que indujo al P. Palau a fundar estas dos Congregaciones religiosas fue intentar armonizar y equilibrar la acción apostólica y la contemplación. Se sintió desde entonces llamado a completar en su tiempo la gran obra reformadora de Santa Teresa de Jesús, recuperando al mismo tiempo toda la rica tradición contemplativa y activa del viejo tronco Carmelita. A decir verdad, la teoría estaba ya clara hacia 1857 en sus cartas a Juana Gratias sobre las dos uniones con Dios y el prójimo, fundamento teórico de carisma mixto (cartas de junio y noviembre de 1857). Es posible que esta tesis original, hubiese echado raíces a causa de una lectura de las Moradas de santa Teresa de Jesús. La configuración moral de las Congregaciones masculina y femenina se perfila después del descubrimiento carismático de su misión como “padre de la Iglesia”, que sitúa en la Catedral de Ciudadela, el 12 de noviembre de 1860- fue un hito decisivo en la trayectoria vocacional del Beato Francisco Palau, pues en noviembre ya es un hecho la fundación de los Hermanos aunque tomaron categoría jurídica de Orden Tercera en el año 1867. Fundan varias casas fraternas y se dedicaron a la enseñanza y al cuidado de los enfermos. También cuidan a los enfermos y ancianos en sus propias casa. Hasta un total de seis comunidades y. entre las fundaciones podemos destacar también la existencia de un Colegio en Lérida, y la fundación del Vendrell, en Tarragona. Cuya instalación tuvo lugar en el año 1868. Y desde aquella fecha vienen los Hermanos Carmelitas dedicándose con verdadero celo a su ministerio, impartiendo a sus numerosos alumnos una enseñanza digna de todo elogio. También se dedicaron a la educación en una escuela nocturna gratuita para jóvenes obreros. Y es el inició formalmente de dedicarse a la asistencia de enfermos a domicilio con visible éxito. A los ojos del Fundador fue una fundación modelo: “Estoy ejecutando un ensayo y es de fundaciones de cuidado de enfermos a domicilio al estilo de Vendrell,” (Cta.154). En definitiva el servicio a los necesitados y a la Iglesia, les Llevo al martirio en la guerra Civil Española. Unos pocos hermanos que sobrevivieron se incorporaron a los Carmelitas Descalzos en la providencia de Barcelona, Quedando muy pocos. Siendo el último hermano Francisco de la Virgen del Carmen, este último hermano asistió como representante de los Hermanos Terciarios presidiendo junto a las hermanas el traslado de los restos del Fundador, desde el cementerio de Tarragona a la capilla de la Casa Madre de las Carmelitas Misioneras Teresianas. La rama femenina continúa hasta nuestros días en dos congregaciones; las carmelitas Misioneras Teresianas y las Carmelitas Misioneras.

Hermanos Carmelitas

 

Un grupo de cristianos impregnados del Carisma del Carmelo, y conocedores de la Obra de esos antiguos Hermanos. Son alentados e invitados a vivir aquella forma de vida de Servicio y oración. Un día y de forma experimental deciden vivir juntos en fraternidad, el carisma y espiritualidad del Carmelo. Y unos años después en 1989 Celebramos los primeros Compromisos Evangélicos en este nuevo proyecto de vida de “vivir en obsequio a Cristo”. Y en Roma en Mayo de 1995, se redactan unos Estatutos derivados de la “Regla Primitiva”. Después de diez años, en el ultimo Capitulo General se garantiza la viabilidad de este nuevo “proyecto de vida” que libremente decidimos escoger.

Proyecto de vida fundamentado en los Evangelios, fortalecidos con la oración, y, pues es una entrega generosa de vivir en servicio al prójimo con el corazón puro y la conciencia clara, tal como nos manifiesta la Regla Primitiva. El Hermano Carmelita de este siglo, realiza lo mismo que aquellos antiguos Hermanos “cooperar” para que tengamos un mundo más justo, solidario, que sepa observar los valores Cristianos. Nos sentimos unidos con aquellos hermanos, ellos pioneros y nosotros fuente de renovación, y esperanzas. Compartimos así, los mismos objetivos, finalidad, y espiritualidad. Por nuestra forma, y norma de vida, por nuestro compromiso concreto y directo. Nos sentimos herederos de la misma misión de Servicio y Entrega generosa a Cristo y su Iglesia.